lunes, 17 de octubre de 2011

Reflexiones desde el otro lado

Desde los 8 hasta los 14 años fui al mismo colegio por el mismo camino. Acabando ya mi etapa escolar un día decidí levantar la mirada y me di cuenta de que desde allí se veía el Tibidabo. Seis años mirando al suelo habían hecho que yo no me fijara en eso. A partir de entonces decidí mirar las cosas desde el otro lado.
Es cierto que muchas veces que he comentado maravillada mis "descubrimientos" me he encontrado con un:
"_ Claaaro, ¿no te había dado cuenta?". Estoy seguro que en fondo ellos mismos tampoco se había percatado de como son las cosas desde el otro lado.
Un día, viajando en avión me di cuenta de que las nubes dan sombra. La perspectiva habitual es la de ver que las nubes cubren el sol. Desde el otro lado, cuando estás entre el sol y las nubes te das cuenta de que esa "oscuridad" en esa zona no es otra cosa que la sombra que proyecta la misma nube.
Cerrar los ojos es como apagar la luz. Cierras los ojos y no ves nada. Parece que en cuanto los cierras se apaga lo que hay ahí fuera. O que se acciona algún mecanismo y estos dejen de ver. Pero  no es cierto. Vemos. Vemos la parte interna de nuestros párpados. No es muy interesante, pero es lo que tenemos delante de nuestros ojos.
Desde siempre, supongo que debe ser deformación profesional, me pregunto quién fue el primero que decidió como se llamaba cada cosa. Hoy en día cuando decimos "silla" todos los que hablan/entienden/comprenden nuestro idioma saben a qué nos referimos, pero ¿por qué?. No me imagino el momento en qué alguien señaló un objeto, pronunció un sonido y fijó el nombre.

Seguiré reflexionando.

2 comentarios:

  1. Hermoso. Inteligente. Sencillo. Sincero. Bonito. Tierno. Curioso. Centelleante. Chisposo.
    Me ha gustado.
    Besos

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